Meditamos para no meditar.
Vicente Simón
Mindfulness se estructura sobre la base de la práctica formal. Aquella que realizamos sentados, dedicando un tiempo concreto y predeterminado para ello. Estas prácticas consisten en focalizar nuestra atención en un punto de anclaje específico:respiración, cuerpo, sentidos, etc., mientras observamos y dejamos pasar cualquier fenómeno mental que pueda distraernos, como pensamientos o emociones.Pero el objetivo de mindfulness no es sólo mantener la atención plena cuando nos sentamos a meditar de manera formal, sino durante todo el tiempo, en nuestra vida diaria. Y para ello, es necesaria la práctica informal.
La meditación informal es aquella que se hace sin adoptar la postura específica de meditación, ni dedicar un tiempo en concreto a ella. Consiste es ser consciente de lo que estamos haciendo momento a momento. Para ello, la atención se dirige hacia las actividades que realizamos en nuestro día a día: cocinar, limpiar, lavarse los dientes, ducharse, conducir, etc. Por ejemplo, si estamos ingiriendo un alimento nos centramos en su sabor, olor, color, textura en contacto con nuestro paladar, etc., evitando que nuestra mente divague.
Es necesario tener cierta experiencia en la práctica formal para poder mantener la atención plena en la vida diaria. Si no entrenamos nuestra mente a permanecer en el presente, el estrés y las preocupaciones del día a día nos atraparán, entrando en piloto automático en la mayoría de las actividades que hagamos.
PRÁCTICA: EXTENDIENDO LA MEDITACIÓN INFORMAL
Comienza realizando ejercicios sencillos para incorporar la meditación informal como una filosofía de vida:
1) Programa una alarma para que suene en tu móvil en diferentes momentos del día. Elige un sonido suave y agradable. Los sonidos tradicionales orientales como cuencos tibetanos o gongs japoneses también suelen ser útiles.
Cada vez que suene la alarma, dirige tu atención a aquello que estés realizando en ese momento. Siente tu cuerpo y tu respiración, y toma consciencia de cada uno de tus sentidos en relación a la actividad que estés haciendo.Probablemente, tu atención volverá a dispersarse rápidamente, pero repite el ejercicio en cuanto aparezca el sonido de la alarma otra vez. Con el paso del tiempo observarás como tu atención se mantiene más fácilmente en lo que haces, sea lo que sea.
2) Elige alguna actividad que lleves a cabo varias veces a lo largo del día. Puede ser conducir hasta el trabajo, ducharte, cocinar, lavarte los dientes, etc. Trata de mantener tu atención en ella cada vez que la lleves a cabo, y progresivamente extiende tu atención a otras actividades nuevas, sin abandonar las que ya hacías anteriormente. De esta manera, tu actividad diaria será una práctica meditativa tan potente como la meditación formal.
(Fuente: Gracia Campayo J, Navarro M. Afrontar la depresión con mindfulness. Siglantana, 2018)(Foto: Chicago)
#mindfulness #compasión #meditación #cienciascontemplativas #aceptación
Suscríbete a nuestra newsletter para recibir todas las novedades sobre mindfulness, cursos, podcasts y otras técnicas para mejorar tu salud.